domingo, 1 de mayo de 2011

No te condeno

Era  el atardecer de un día triste.triste para ella. Su vida había llegado al fin. sus sueños habían muerto. Los Hombres la condenaban. había sido encontrada en flagrante pecado y no tenía salvación. Su vida estaba llena de desatinos. Amó de manera errada. Buscó ser amada, y sólo fué usada. Buscó ser feliz a su manera, y todo lo que había conseguido fue abrirse  heridas profundas que nadie podría curar.
¿ Qué hace una persona cuando ve que erro y merece ser castigada por eso?.
Repite lo que estaba haciendo, para que el dolor que cree merecer aumente. Ella había escogido ese camino. Un camino infeliz que la llevó al fondo de el pozo. Un camino doloroso que acabó con sus ganas de vivir. Sus valores se habían diluido, sus virtudes se habían desintegrado. Se sentía una basura. sabía que debía cambiar el rumbo de su vida, pero no tenía fuerzas y se desesperaba a Solas.
fue entonces cuando los hombres la descubrieron y la arrastraron hacia Jesús. Había sido encontrada en pecado y merecía ser apedreada. La ley de los Hombres es Implacable. NO PERDONA.
ahí estaba ella. Su pasado, feo. Su presente, Horrible.
Futuro, no tenía. Allí estaba ella, Destruida, desecha, acabada. Allí estaba ella, con el peso de la culpa afixiándola. hiriéndola,atormentándola. Ella, la pecadora, la perdida, la mala.
Entonces apareció la persona maravillosa de Jesús. Gracias a Dios, el siempre aparece cuando más lo necesitas. Cuando no sabes que hacer ni hacia donde ir. Gracias a Dios, el siempre te busca, te llama, te espera.
El Maestro de Galilea, en silencio, empezó a escribir en la arena. los acusadores de la Pobre mujer desaparecieron uno a uno. se Oyó de nuevo la voz de Cristo: 
- El que se encuentre sin pecado que tire la Primera piedra.
Nadie se atrevió a hacerlo, Las calles estaban desiertas.
-¿ Dónde están los que te condenan? - Preguntó Jesús.
- Todos se han ido- respondió la Mujer.
No tenía si quiera el valor de levantar los Ojos.
- Yo tampoco te condeno. Dijo Jesús, anda y no peques más.
Ya pasaron más de 20 siglos de todo aquello. La voz del dulce maestro sigue haciendo eco en las paredes de el tiempo y llega hasta a ti. " yo estoy a la puerta y llamo.. "
La respuesta es solo tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario